Caso Jon Sobrino. 01. La Notificatio
El día de hoy estábamos dispuestos a un rato de felicidad porque el Padre Cayetano cumplió 50 años de sacerdocio y el hermano Michel, del Brasil, cumplía años de vida. Pero al comedor de la comunidad llegó, recién salido de las imprentas vaticanas, el texto oficial de la Congregación de la Doctrina de la Fe sobre la censura a los libros del Padre Jon Sobrino, jesuíta vasco, quien ha sido durante muchos años uno de los más preclaros expositores de la Teología de la Liberación en América Latina.
He aprendido en Roma que en la Antigüedad, aquellos que habían estado a punto de sufrir el martirio a causa de su fe en Jesús, pero que por alguna u otra razón no habían llegado a morir durante las persecuciones, tras haber sido encarcelados, torturados o deportados a las minas imperiales, eran llamados confesores de la fe. Estos confesores fueron reverenciados por su público testimonio de la fe y por su disposición a morir por ella. Jon Sobrino estuvo a punto de sufrir el martirio la madrugada del 16 de noviembre de 1989, pero había salido a Tailanda a dictar un curso de Teología. Un sacerdote irlandés le despertó para darle la noticia. Supo a todos sus hermanos de comunidad asesinados, ningno se había salvado, excepto él.
En efecto, un destacamento de soldados salvadoreños del batallón Atlacatl ingresó aquella noche a la Universidad Centroamericana (mejor conocida como UCA) de San Salvador. La versión oficial decía que era para “acabar con los cabecillas del FMLN”. Pero allí solo encontraron al Rector (jesuíta), a otros seis sacerdotes (también jesuítas) y a dos mujeres. En realidad, las órdenes militares ordenaban que no quedaran testigos, para poder echarle la culpa a los guerrilleros. Seguramente (hay pruebas) dirigidos por los Estados Unidos, los soldados quisieron acabar con los exponentes de la Teología de la Liberación y habían escalado la violencia desde unos días antes en todo el país. Para leer la crónica completa leer: aquí.
Para conocer las biografías de los mártires del grupo de Jon Sobrino, léase aquí.
El caso es que el Padre Sobrino, conoce ya porque Jesús no dejó que muriera aquella noche. Hoy es el día de su martirio. Lo recibe sereno y tranquilo, según el mismo ha expresado.
El texto oficial de la Notificatio del Vaticano es: éste.
Además, se ha añadido al texto una inusual Nota explicativa: ésta.
En el siguiente post repoduciré el texto de respuesta del confesor, por lo pronto quiero recordar con este post que, a veces, es mejor NO APRENDER ROMA.
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